lunes, 11 de abril de 2011

¿QUÉ TIPO DE PIEL TENGO?

Entiende las necesidades del cuidado de tu piel


Antes de aplicar cualquier tratamiento a nuestra piel debemos saber qué tipo de cutis tenemos y cómo podemos cuidarlo. Se puede decir que existen cuatro tipos de pieles: seca, normal, combinada o mixta y grasa. 

¿Cómo puedo saber cuál es mi tipo de piel?

En primer lugar tienes que saber que el concepto que se aplica para clasificar el tipo de piel es la grasa que ésta genera. Sabiendo esto, resulta mucho más sencillo determinar el tipo de piel que tenemos, qué problemas son más propensas a padecer y cómo se deben tratar. ¡Conoce las características de cada una de ellas!.

 

Piel seca 


Se caracteriza por los poros pequeños y un acabado mate (opaco), con poco o nada de grasa o brillo superficial. Las líneas de expresión se forman rapidamente en la piel seca, especialmente alrrededor de los ojos y la boca. La piel seca puede aparecer en las personas que no se protegen la piel contra la intemperie, puede agrietarse, volverse áspera y escamarse.


Piel normal, Mixta o Combinada

Solemos confundir una piel normal con una piel mixta o combinada, pero no son iguales. La piel normal mantiene el equilibrio de grasa y humedad. Pocas veces tiene granos, espinillas y poros tapados. En cambio, la piel mixta, es la que tiene un poco de grasa en la zona T (el área que forma una "T" a lo ancho de la frente y que desciende por la nariz hasta el mentón), con algunas señales de sequedad en las mejillas y  los bordes de la cara; por esas características, también se le conoce con el nombre de piel combinada. Tanto la piel normal como la piel mixta o combinada, cuando se cuida debidamente, no aparecen líneas de expresión, sino hasta años después.
  
Estos dos tipos de cutis son fáciles de cuidar, pues tanto la zona grasa como la seca son menos extremas. Procurar no castigarla demasiado exponiéndola de forma prolongada al sol o situaciones de contaminación, exceso de humos, etc. Normalmente una buena limpieza y una hidratante suelen ser suficiente.


Piel grasa

Los cutis grasos son todo lo contrario a una piel seca. La piel grasa resulta cuando las glándulas sebáceas producen demasiada grasa, dando una apariencia brillante a la piel. A veces, la sensación grasienta o pegajosa perdura varias horas después de limpiarla. También se caracteriza por tener los poros más grandes que los otros tipos de pieles. Tiene mayor tendencia a tener brotes de espinillas, poros tapados y granos. Este tipo de piel tiende a arrugarse con menos facilidad que otros tipos de pieles más secas. La gran cantidad de grasa de la superficie de la piel, ayuda a que las capas superiores retengan agua y la protejan contra la sequedad ocasionada por el medio ambiente.
  
Si tienes una piel grasa,  conviene que la trates con un producto astringente, como la crema limpiadora y cema hidratante para piel grasa de Mary Kay, que las protege y las nutre al mismo tiempo que reduce el exceso de grasa. No hay que dejar de hidratarlas para mantenerlas jóvenes y tersas, para ello es necesario usar una crema hidratante o hidronutritiva libre de grasa.

Si tienes este tipo de piel, debes saber que requiere más cuidados que el cutis graso o normal, pues tiende a envejecer prematuramente. Debes aplicar diariamente una crema nutritiva rica en aceites vegetales (almendras, aguacate, oliva…) y vitaminas, en especial vitaminas E y A (Retinol), que combaten los efectos de los radicales libres y el envejecimiento prematuro. Para mantener la piel hidratada es preciso aplicar una crema humectante, preferiblemente después de la ducha y con la piel aún mojada.